Thursday, September 27, 2007

Madre, 20 años....

27 de septiembre 2007.

Partiste, descansas, siento que la vida nos ha reconciliado, tal vez la muerte también.
Todas las veces que estuve en manos de la muerte, me salvaste, me arrancaste de sus manos y me dijiste que Dios tiene misiones para mí, tal vez las mismas que tú cumpliste como profesora.
madre, he logrado más de lo que imaginaba, más de lo que tú misma hubieses esperado, he sido el eslabón que continúa uniendo la vida a la entrega del saber y la enseñanza.
Madre, que ganas de haberte amado como tal, pero tu lugar fue ocupado por la Mamá Olga, tu madre. Tú me entregaste a ella y, tal vez ya es tiempo que ella te acompañe.
Madre, Guillermo y yo estamos muy unidos, he cumplido mis promesas.
madre, descansa, 20 años son importantes, ya nos encontraremos en el cielo.
Cuídame como hasta ahora y enséñame a ser mejor cada día.
Tu hija:
Verónica.

Violeta Virginia Preller Miranda (qepd)

27 de Septiembre de 1987*

La maestra se ha dormido. Sus ojos se cerraron tras una dura jornada. Madre, esposa, hija. Más que madre, porque no sólo enseñó a sus hijos, sino a otros que los consideró como propios. Siguió las huella del Maestro del amor verdadero que nos ha enseñado el camino, la verdad y la vida. Supo apreciar a los padres de sus alumnos, que junto a ella aprendieron a ser hombres y mujeres responsables.
ya duerme la maestra y en sus sueños, junto a Dios, se ha hecho realidad ahora todo lo mejor de su corazón, especialmente para con su Escuela, pese a que no pudo conseguirlo plenamente.
Sonríe en la vida eterna, porque ha conocido la verdad total que ha iluminado su propio ser. ha comprobado que todo esfuerzo, sacrificio y lágrimas entregados a la vida docente, se le han tomado en cuenta con justicia. Siente la felicidad del alma inmortal, como agua cristalina, ha calmado toda su sed, la misma felicidad del que en la tierra es el vuelo fugaz de una mariposa. En su serena paz, Violeta ha descubierto el misterio profundo del enseñar donde cada palabra, cada gota de sudor, cada fatiga, cada sonrisa, ingratitud, dolor, ha sido deuda de amor.
maestra y amiga de sus colegas y de sus alumnos, duerme tranquila porque tu vida, cual bello rosal, floreció en primavera. No siente temor porque los sueños de su noble vocación seguirán con nosotros cada día, recordándonos que su espíritu brilla en nuestra Escuela.

*Margarita Molina, docente Escuela D-520, Chilancito, Concepción.

Saturday, September 22, 2007

hace un año...

Anduve por esas tierras

Wednesday, September 19, 2007

El mejor lugar del mundo...

El mejor lugar del mundo está allá,
en los Cipreses de mi infancia,
en las muñecas de mis inviernos,
en las Navidades con la abuela,
en las visitas de mi madre y mi padre.

El mejor lugar del mundo está en un paisaje
que miro desde lo alto de esa cumbre,
en los riscos de Las Tinajas de Lagunillas.

El mejor lugar del mundo está en mi Duc in Altum,
en mi morada interna,
en mi espíritu libre que boga
siempre más adentro.

El mejor lugar del mundo está en mi memoria,
en los recuerdos de mis andanzas,
mis viajes dentro y fuera del país,
en lo que viene por conocer y descubrir.

El mejor lugar del mundo
está en el porvenir,
en lo que aún no retengo
y que sé que viene para mí.

Hoy, hoy sólo me conformo
con tener ese mejor lugar del mundo
donde habito
y donde estás tú.

16 de Septiembre del 2007